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"Puso en órbita a todo un país con el motociclismo", Álex Crivillé nos habla de Ángel Nieto

Tras el nombre de Ángel Nieto se esconde una de las mayores leyendas del motociclismo. Un auténtico campeón que Álex Crivillé –el único español con un entorchado mundial en la categoría reina- no duda en calificar como “uno de los más grandes pilotos de la historia de nuestro país y del Mundo”.

Nacido en el año 1947 en Zamora en el seno de una familia humilde, Ángel Nieto acabó siendo el piloto español más laureado de todos los tiempos. No tardó demasiado en trasladarse con sus padres al barrio madrileño de Vallecas, en donde pasó toda su infancia y comenzó a ser conocido por la afición.

Con apenas trece años comenzó a correr pruebas aficionadas sorteando todo tipo de inconvenientes e imponderables. Sin tener el dinero necesario para volver a casa tras las carreras, se ganó el respeto de todos sus rivales tanto en la pista como fuera de ella.

"Ángel siempre ha sido una persona con mucho carácter y temperamento, lo que le ha servido de gran ayuda tanto dentro como fuera de la pista", nos explica Álex Crivillé, quien reconoce que "cuando Nieto ganaba títulos, yo era un crío que veía las carreras en la tele. Cuando comencé a correr, él ya se había retirado, pero la relación profesional que nos une -nos vemos en todos los circuitos-, me permite aseguraros que, como persona, es un auténtico diez".

Ángel Nieto, además de un gran campeón, es un hombre tremendamente supersticioso. No en vano, él siempre dice hacer ganado 12+1 Mundiales. El 13, es evidente, no le gusta en absoluto y es capaz de no volar -algo que en circunstancias normales  tampoco le gusta demasiado-, si le toca ese número de fila en el avión. O de no comer, si el número de comensales a la mesa es exactamente ése.

Su picaresca como piloto no conocía límites. En una ocasión, su moto no quería arrancar en la formación de salida y los jueces de carrera le quisieron sacar a boxes para que sus mecánicos reparasen la moto. Pero Ángel tenía otros planes. En un arrebato de genialidad, golpeó la caja de herramientas de los mecánicos sin que nadie se diese cuenta y esparció su contenido sobre la pista. Si no salgo yo no sale nadie, debió pensar, y la jugada le salió bien, ya que sus mecánicos consiguieron cambiar a tiempo la bujía y la moto arrancó. Así era Ángel Nieto.

Pero su ascensión no fue ningún camino de rosas. Al no poder adquirir una moto con la que disputar el Mundial, se marchó a Barcelona, consiguiendo entrar a trabajar en la por entonces floreciente Bultaco, aunque duró poco al ser despedido tras marcharse sin permiso de su puesto de trabajo.

Posteriormente, los hermanos Rabasa, propietarios de Derbi, se fijaron en él tras poco más de un año de trabajo en Ducati. Ángel comenzó a competir para la marca de Mollet del Vallés antes de los 16 años, para después entrar en el departamento de pruebas de Derbi, donde en poco tiempo se hizo acreedor a una 50 c.c. de carreras. Sin apenas experiencia, en 1969, ganó sus dos primeros Grandes Premios, hasta llegar a un total de 90 victorias, una en 80 c.c., 27 en 50 c.c. y 62 en 125 c.c. a lomos de marcas como la propia Derbi, Morbidelli, Kreidler, Minarelli, Garelli o Bultaco.

Seis de sus títulos mundiales los consiguió en la extinta categoría de 50 c.c., en 1969, 1970, 1972, 1975, 1976 y 1977, mientras que los siete restantes lo fueron en los 125 c.c. en las temporadas 1971, 1972, 1979, 1981, 1982, 1983 y 1984, además de cuatro subcampeonatos mundiales y 23 campeonatos de España en los cerca de veinte años que estuvo en activo.

Después de retirarse, Ángel Nieto ha permanecido vinculado al motociclismo. Primero al formar escuderías, con las que pilotos como Carlos Cardús, Alberto Puig o Julián Miralles -y algo después con el ilerdense Emilio Alzamora y su hijo "Gelete"- tuvieron su oportunidad en el Mundial.

Precisamente en esa etapa el ilerdense logró su único título Mundial, en 1999, gracias en parte a la fría estrategia de Ángel Nieto, quien no dudó en frenar a su propio hijo en el Gran Premio de Australia para que Alzamora sumase un punto que le acabó dando el título mundial sin ganar una sola carrera ese año.

Una vez concluida su faceta como director deportivo, su inacabable pasión por las motos le ha permitido continuar como comentarista de televisión, en donde comparte trabajo con el propio Álex Crivillé, quien reconoce tener "un grandísimo respeto por Ángel, pues día a día te demuestra que sabe de todas las categorías y que continúa teniendo un excelente olfato con los pilotos. Ve enseguida a los buenos pilotos".

Nieto cuenta en su haber con numerosos galardones, pero sólo uno se le ha resistido: el Príncipe de Asturias. Con muchos menos títulos mundiales que Ángel Nieto, pilotos como Sito Pons ya ostentan un galardón que el madrileño, siempre en tono jocoso, pronostica que se le entregará "a título póstumo".

En cualquier caso, en sus vitrinas, junto a centenares de trofeos, sí que se encuentran la Gran Cruz al Mérito Civil, la Orden Olímpica y la Gran Cruz de la Real Orden al Mérito Deportivo.

Álex Crivillé no dudó en calificar a Ángel Nieto como el "un pionero del motociclismo español en la época más difícil de nuestro deporte. Seguramente si se hiciese una encuesta entre todos los aficionados, ninguno dudaría al afirmar que es el más grande de España y uno de los más grandes en la historia del motociclismo mundial. Él sólo puso en órbita a todo un país y de su mano llegaron los títulos en otras cilindradas como el de Sito Pons o la mía.", recalcó el piloto de Seva.
 

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