Quartararo supo aprovechar la oportunidad que se le presentó con la baja de un Marc Márquez (Honda RC 213 V) que intentó por todos los medios disputar la carrera tras sufrir el pasado fin de semana una caída en la que se fracturó el tercio medio del húmero de su brazo derecho, fue operado el martes en la clínica Quirón Dexeus de Barcelona y el jueves se presentó nuevamente en Jerez para recibir el “apto” de la Comisión Médica de los grandes premios.
Pero el esfuerzo de Marc Márquez fue en vano pues el sábado en la primera clasificación apenas dio una vuelta y entró en su box sin fuerzas suficientes en el brazo derecho como para poder disputar el resto del fin de semana con las suficientes garantías de seguridad.
Fuera de competición Márquez, tanto Fabio Quartararo como Maverick Viñales tenían una oportunidad de oro para cobrar distancia en la pelea por el campeonato y los dos la aprovecharon, aunque de distinta manera pues mientras el francés se escapó en solitario desde el principio, en el caso de Viñales fue muy distinto.
Maverick Viñales cedió algo de terreno durante la carrera hasta caer a la quinta posición, pero luego se benefició de los problemas mecánicos de la Ducati de Francesco Bagnaia, que se tuvo que retirar, de la caída de Jack Miller y en las últimas vueltas pudo sacar fuerzas de flaqueza para doblegar a Valentino Rossi y acabar segundo.
Fue una carrera muy complicada por las altas temperaturas a las que se disputó y que vio la caída de Miguel Oliveira (KTM RC 16) en la primera curva, por culpa del surafricano Brad Binder (KTM RC 16), que le tocó por detrás y aunque continuó acabó yéndose por los suelos, como también Iker Lecuona (KTM RC 16), Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP) o Danilo Petrucci (Ducati Desmosedici GP20) y por los problemas mecánicos de Bagnaia y de Franco Morbidelli.
Quartararo ganó con autoridad por delante de Viñales y de Rossi, con Joan Mir (Suzuki GSX-RR) quinto, Pol Espargaró (KTM RC 16), séptimo; Alex Márquez octavo, Alex Rins, lesionado en su hombro derecho y aguantando a pesar de tener que ser infiltrado, décimo y Tito Rabat (Ducati Desmosedici GP19), undécimo.
El italiano Enea Bastianini (Kalex) sorprendió a todos sus rivales al saber aguantar la presión a la que en algunos momentos le sometió su compatriota Luca Marini (Kalex); vencedor de la anterior carrera, y mantener un ritmo que a la postre le permitió entrar en solitario en línea de llegada, por delante del propio Marini y del compañero de equipo de éste, el también italiano Marco Bezzecchi.
Bastianini consiguió situarse líder muy rápido, en apenas dos vueltas, y a partir de ese momento imponer un fuerte ritmo que fue estirando el grupo de cabeza y que solo Luca Marini pudo aguantar, aunque sus intentos posteriores de acercarse y presionarle resultaron infructuosos y la victoria del primero irremediable.
Con el paso de las vueltas Bastiniani consolidó su primera posición, como también Marini la segunda, Bezzecchi la tercera, el británico Sam Lowes (Kalex) la cuarta y Arón Canet (Speed Up), la quinta, lo que le mantiene como el mejor debutante de la categoría, mientras que Jorge Navarro, que estuvo con él, se fue por los suelos y Jorge Martín (Kalex), acabó justo por detrás de él.
El líder del mundial, el japonés Tetsuta Nagashima (Kalex), tuvo problemas durante los entrenamientos, sufrió una caída en la que se dio un fuerte golpe en la cabeza y se vio obligado a remontar desde la decimonovena posición de la parrilla de salida hasta la undécima, que llegó a ser décima, pero en la última curva le superó el alemán Marcel Schrotter (Kalex).
Octavo acabó Xavier Vierge (Kalex), con Augusto Fernández (Kalex), decimotercero, Marcos Ramírez (Kalex), decimoquinto, y justo tras él, Edgar Pons (Kalex).
En Moto3, el japonés Tatsuki Suzuki (Honda) consiguió su primera victoria del año después de haber logrado todas las “pole position” de la temporada y la segunda de su carrera deportiva tras la que obtuvo el pasado año en el circuito “Marco Simoncelli” de Misano Adriático, por delante del británico John McPhee (Honda) y el italiano Celestino Vietti (KTM).
Suzuki supo controlar en todo momento la carrera y aunque el grupo de cabeza inicialmente fue muy nutrido, como suele ser habitual en la más pequeña de las categorías, el japonés no cejó en su empeño de buscar la victoria y contrarrestó todos los ataques de sus rivales con eficacia hasta llegar a esa última vuelta en la que mantuvo la trazada perfecta, cerró los espacios a sus rivales y se impuso con autoridad.
Antes, por el camino, se quedó en la grava el líder del mundial, el español Albert Arenas (KTM) que iba en el grupo de cabeza y sigue manteniendo la primera plaza del mundial, que se fue por los suelos en la curva once y tuvo que ser trasladado a la clínica del circuito con un fuerte golpe.
Algo semejante a lo que le ocurrió durante distintas fases de la carrera a pilotos de la talla de Ai Ogura (KTM), que era segundo del mundial, Jaume Masiá (Honda), Andrea Migno o Ayumu Sasaki.
Después de tantas bajas y con la victoria de Suzuki, el mejor español de la categoría fue Raúl Fernández, en la sexta posición, con Jeremy Alcoba, que fue sancionado tras quedar cuarto por exceder los límites del circuito, séptimo, por delante de Sergio García y con Carlos Tatay decimotercero.