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GIVI, un grande de la innovación sigue cumpliendo años con estilo y seguridad

La gran evolución de la firma transalpina le ha llevado a conseguir el mayor confort, estilo y seguridad para la cabeza y desde 2022, a sus veinte años de existencia, ha puesto todos sus esfuerzos para ofrecer cascos de gran calidad y con un alto nivel de seguridad, un trabajo e innovación constantes que la han convertido en una de las primeras firmas en lanzar al mercado modelos que hayan superado las duras y exigentes pruebas de la normativa ECE 22-06.

1920 marcó el comienzo de la evolución técnica de los cascos para motoristas con los primeros modelos de cuero suave que venían derivados del mundo de la aviación.

            Treinta años después aparecieron los cascos jet y en los 70 se desarrolló el primer integral. Justo en esta época, concretamente en 1978, nace GIVI de la mano de Giuseppe Visenzi, como fabricante de accesorios para motos. Pero hasta 2002 no es cuando la firma transalpina comienza su andadura en el mundo de los cascos, con el jet 10.1.

            Desde entonces han pasado ya dos décadas, una gran trayectoria en la que ha seguido produciendo y mejorando sus productos hasta convertirse en un referente dentro del sector. Con el 10.1, la marca italiana consiguió ponerse al nivel de sus rivales. Un jet que, a pesar de ser el comienzo en el sector de GIVI, incluía una visera desmontable y entrada de aire regulable. Características a la altura de los modelos de la competencia.

            Su primer modular, el X.08, salió la luz en 2008 con las mismas características que la mayoría de los cascos del sector, con dos tamaños distintos de calotas de termo-plástico en función de la talla y un interior en poliéster sintético con espuma. A lo que se le sumaba un cierre micro métrico rápido para un fácil enganche y desenganche.

            Sin embargo, en 2013 lanzó su primer integral, el X.01. Su fabricación en termo-plástico con un interior de EPS y un forro de tejido sintético de poliéster unido con espuma de poliuretano, cumplía con creces los estándares de la época. Además, contaba con cierre micro métrico ZSP Micro 01 con cinta en poliéster. Características y materiales que, aunque han ido mejorando con los años, todavía están presentes en los cascos GIVI.

            El camino de GIVI en este segmento no fue fácil, ya que tenían que hacerse hueco en un sector con años de experiencia, repleto de especialistas y en el que no le bastaba con haberse ganado una posición de líder en la producción de accesorios para motocicletas y scooters.

            Por ello, crearon un laboratorio interno con la tecnología más avanzada e ingenieros y técnicos especializados. En él realizan pruebas de choque y recrean todas las situaciones de conducción posibles, teniendo en cuenta condiciones atmosféricas y simulando los tests por los que el casco tiene que pasar para conseguir la certificación. Todo esto es lo que ha ido marcando la diferencia y ha permitido a la marca ponerse al nivel de sus competidores rápidamente.

            Todos los cascos mencionados, así como el resto de las anteriores gamas de GIVI, han sido probados bajo la norma ECE 22-05 desde su comienzo como fabricante de los mismos. Por lo tanto, la enorme trayectoria de su departamento de I+D, junto con su experiencia realizando las pruebas exigidas por dicha norma, ha desembocado en la producción de cascos cada vez más seguros, y a que, con la incorporación de la homologación ECE 22-06, su adaptación a ella haya sido más rápida, sencilla y eficiente.

            Gracias a su largo camino desarrollando y testando estos productos consiguieron lanzar el pasado año modelos con la nueva norma. Su primer casco Off-Road, el 60.1 junto con los integrales 50.9 y 50.8, fueron los primeros con la homologación ECE 22-06, adelantándose así a la obligatoriedad de la misma. A partir de ese momento, los nuevos cascos GIVI se producen bajo esta normativa y ya se está trabajando en la homologación de todos sus modelos anteriores que continúan en el mercado.

            Con esto, GIVI demuestra que está a la cabeza, no solo del sector de los accesorios para moto, sino también en el del equipamiento para motoristas. Cerrando con un broche de oro sus 20 años de historia como fabricante de cascos, y con un camino por delante repleto de innovación y calidad.