Bagnaia, que dominó los entrenamientos realizados en Sepang (Malasia) semanas atrás, hizo lo propio en Qatar, tras terminar el segundo día con el mejor tiempo y confirmar el doble campeón del mundo que su velocidad es inalcanzable para sus rivales al obtener un tiempo récord de 1:50.952.
Tras una primera jornada dedicada a confirmar las buenas sensaciones con la Desmosedici GP en configuración 2024, durante el segundo día Bagnaia trabajó en el ‘time attack’ y en una simulación de carrera preparando el primer Gran Premio de la temporada que se disputará precisamente en Lusail el fin de semana del domingo 10 de marzo.
Gracias a unas condiciones atmosféricas favorables, el piloto del Ducati fue capaz de mejorar el actual récord de la pista catarí, siendo el único capaz de bajar de la barrera del 1:51.
Muy cerca de él se quedó su compañero de equipo, el también italiano Enea Bastianini, que terminó el test en Qatar en segunda posición, a solo 120 milésimas de su compañero de equipo y el piloto de Rimini también firmó unas sensaciones muy positivas, las mismas que tuvo en Malasia y demostrando que está listo para el inicio de la temporada 2024, mucho mejor que al comienzo de la pasada campaña.
Por detrás de los pilotos oficiales de Ducati acabó el oficial de Aprilia, el español Aleix Espargaró, a apenas tres décimas de segundo del vigente campeón del mundo, con un Marc Márquez cada vez más potente y asentado en su nueva moto, la Ducati Desmosedici GP23, pues acabó a escasamente 383 milésimas de segundo de Bagnaia y centrando buena parte de su trabajo en adaptarse a la moto y a su muy diferente estilo de pilotaje respecto a la Honda que pilotó desde la temporada 2013 y con la que obtuvo seis títulos mundiales de MotoGP.
No obstante, Marc Márquez siguió manteniendo un ‘perfil bajo’, confirmando cada vez que se lo preguntaron que su única intención y objetivo es trabajar con la nueva moto sin buscar un buen resultado, lo que en cualquier de los casos le sirvió para acabar cuarto por delante de dos pilotos más de Aprilia, los españoles Raúl Fernández, de la nueva escudería estadounidense Trackhouse, y de Maverick Viñales, oficial del equipo con sede en Noale.
Jorge Martín (Ducati Desmosedici GP24), subcampeón del mundo de MotoGP en 2023, también demostró su potencial, aunque a la postre acabase clasificado en la séptima posición, justo por delante de una de las grandes sorpresas de la pretemporada, el italiano Fabio di Giannantonio que cambió su Ducati Desmosedici de la escudería Gresini por la del equipo VR46 que dirige el español Pablo Nieto y es propiedad de Valentino Rossi.
Aunque tuvieron atisbos de progreso en determinados momentos, tanto los pilotos oficiales de Yamaha, el francés Fabio Quartararo y el español Alex Rins, como los de Honda, el español Joan Mir y el italiano Luca Marini, todavía tienen mucho camino por delante, al registrar unos resultados un tanto mediocres, todos ellos a más de un segundo de los tiempos del líder de la pretemporada y campeón a batir, ‘Pecco Bagnaia’.