El Gran Premio de Italia estuvo marcado el gravísimo accidente que le costó la vida al suizo Jason Dupasquier, quien se fue por los suelos en la segunda clasificación de Moto3 y ser embestido por dos de sus rivales, lo que le provocó una serie de lesiones que no pudo superar y falleció poco antes del inicio de la carrera de Moto2, por lo que se promovió un minuto de silencio en su memoria instantes antes del comienzo de la carrera de MotoGP y con su moto y equipo en el centro de la recta de meta.

En lo que a la competición en sí se refiere, todos los pilotos de Ducati sabían que el ritmo de Quartararo sería muy difícil de aguantar si conseguía ponerse líder al principio de la carrera y por eso aprovecharon la velocidad máxima de sus motos para llegar a final de recta por delante de él con el italiano Francesco “Pecco” Bagnaia, primer líder de la carrera, aunque no duró demasiado en esa posición pues acabó rodando por los suelos en la segunda vuelta.

Zarco asumió el rol de líder pero tampoco pudo aguantar mucho los ímpetus de su compatriota, que le superó y comenzó a marcar el ritmo tan temido por sus rivales que le acabó dando una clara victoria en Mugello.

Hasta llegar ese momento se produjeron numerosos incidentes, pues antes incluso de darse la salida el italiano Enea Bastianini (Ducati Desmosedici GP20) embistió por detrás la moto de Johann Zarco al llegar a la parrilla de salida y quedó fuera de la misma.

Antes de la caída de Bagnaia ya se había ido por los suelos el español Marc Márquez (Honda RC 213 V), que cuando era décimo se tocó con el surafricano Brad Binder (KTM RC 16) y acabó fuera de carrera, igual que Alex Rins (Suzuki GSX RR), mucho después, cuando remontaba junto a su compañero de equipo Joan Mir en busca de las posiciones de podio.

Mir consiguió su objetivo y alcanzó y superó a Zarco, que por entonces era tercero y aunque intentó lo mismo con Miguel Oliveira, no pudo con él y se tuvo que conformar con la tercera posición, aunque Dirección de Carrera le dio la segunda plaza y se la quitó en sendas decisiones “in extremis” y consecutivas de sancionar primero a Oliveira por exceder los límites del circuito en la curva cinco y después a Mir con la misma acción, por lo que todo se quedaba como estaba.

Quartararo fue el vencedor inapelable, por delante de Miguel Oliveira y Joan Mir, con Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP) en la séptima posición, por delante de Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1), Iker Lecuona (KTM RC 16), undécimo, Pol Espargaró (Honda RC 213 V), duodécimo, y Alex Márquez (Honda RC 213 V), decimocuarto.

El australiano Remy Gardner (Kalex) consiguió su primera victoria de la temporada en Mugello para aumentar su ventaja respecto a su inmediato perseguidor en la tabla de puntos y auténtico protagonista de la carrera, su compañero de equipo Raúl Fernández.

Raúl Fernández dominó desde la primera hasta la última vuelta de la carrera de Moto2, pero no pudo evitar que Gardner le superase y le cerrase todas las puertas para intentar sumar su tercera victoria de la temporada.

Desde el mismo momento en que se apagó el semáforo rojo el autor de la “Pole position” se instaló en cabeza de carrera y comenzó a tirar con fuerza, lo que le permitió abrir un cierto hueco ya en las vueltas iniciales, aunque por detrás de él se situaron tanto el británico Sam Lowes como el australiano Remy Gardner, pero el inglés se fue por los suelos cuando estaba recortando a pasos agigantados la ventaja al español y con ello dejó el “cielo abierto” al australiano, que por entonces a seis vueltas del final, se encontraba a 1,3 segundos del líder de la carrera.

Paso a paso Gardner fue recortando distancias para ponerse al rebufo de su rival a dos vueltas del final, momento en el que comenzó a estudiar a su rival para buscar el punto en el que adelantar, que lo encontró en la curva diez del trazado italiano, denominada Scarperia, en la última vuelta y casi al final del trazado, por lo que resultó prácticamente imposible para Fernández intentar recuperar el liderato antes de la bajada de la bandera de cuadros.

Con ellos en el podio parecía que iba a estar el estadounidense Joe Roberts (Kalex), que se las tuvo “tiesas” con el italiano Marco Bezzecchi (Kalex) durante buena parte de la carrera y, de hecho, atravesó la línea de llegada en tercera posición, pero en su afán de mantener el puesto había excedido los límites del circuito en la última vuelta y la penalización no se hizo esperar, con lo que tuvo que ceder el tercer peldaño del podio al piloto italiano.

Arón Canet (Boscoscuro) consiguió acabar la carrera en la undécima posición, por delante de Fermín Aldeguer (Boscoscuro), que debutaba en el campeonato del mundo de Moto2 en sustitución del italiano Yari Montella, y con Héctor Garzó (Kalex), decimotercero.

No pudieron acabar la carrera por caída los españoles Augusto Fernández (Kalex), Jorge Navarro (Boscoscuro), Xavier Vierge (Kalex), Albert Arenas (Boscoscuro) y Marcos Ramírez (Kalex).

El italiano Dennis Foggia supo aprovechar la velocidad de su Honda para convertirse en “profeta en su tierra” al vencer en la carrera de Moto3 a pesar de salir primero en la última curva hacia la larguísima recta de meta, en donde la tradición siempre señala que el que sale primero nunca gana al aprovechar los rivales el rebufo hasta la línea de llegada, pero el piloto transalpino dispuso de un auténtico “misil”, que hizo imposible que nadie le adelantase.

Con Dennis Foggia como claro vencedor, el español Jaume Masiá (KTM) ocupó la segunda posición y ello después de realizar un tremendo esfuerzo ya que tras la carrera de Le Mans, en Francia, tuvo que pasar por el quirófano para ser intervenido por el traumatólogo Xavier Mir de una fractura de escafoides en su mano derecha, precisamente la del acelerador, lo que seguro le obligó a realizar un gran esfuerzo durante las vente vueltas que duró la misma.

La tercera posición fue para el hispano argentino Gabriel Rodrigo (Honda), que llevaba tres años sin subir al podio, desde Cataluña en 2018.

El líder del mundial, el español Pedro Acosta (KTM), que estuvo en todo momento en el grupo de cabeza, que llegó a ser de dieciséis pilotos y sólo perdió una unidad a lo largo de la prueba, al español Xavier Artigas (Honda), que tuvo que cumplir con una doble “long lap” de sanción, se tuvo que conformar con la séptima posición, que fue la octava al tener que ceder un puesto por exceder los límites del circuito.

Acosta mandó en carrera y estuvo en todo momento entre los primeros del grupo, pero al entrar en la última vuelta se vio superado por varios pilotos que le relegaron a la duodécima plaza y, desde ahí, sólo pudo recuperar cinco posiciones para llegar hasta la séptima posición por delante de Sergio García Dols (Gasgas).

Acosta llegó a Mugello como líder con 54 puntos de ventaja sobre Sergio García y se marcha de Italia camino de Cataluña con 52 puntos sobre su propio compañero de equipo, Jaume Masiá.

Jeremy Alcoba (Honda) acabó en los puntos, decimoquinto, por delante de Xavier Artigas (Honda) e Izan Guevara (Gasgas), mientras que Carlos Tatay (KTM) y Adrián Fernández (Husqvarna) no pudieron acabar la prueba al sufrir sendas caídas.