Con las 24 mangas que ha conquistado ha demostrado ser infalible en todo tipo de terrenos y circunstancias, pero la victoria de este fin de semana en el Gran Premio de Bélgica tiene un sabor muy especial porque Lommel es la localidad donde la familia Prado García vive desde que hace más de ocho años decidieran empezar su aventura internacional en busca del éxito deportivo.

Vinieron a esta pequeña ciudad belga porque en esa zona la afición al motocross es enorme y porque los circuitos de arena crecen por las esquinas y el circuito de Lommel es considerado por todos los pilotos como la catedral de este deporte, porque ellos saben que es la pista más complicada que existe, con esa arena blanda que hunde las motos hasta las estriberas y hace sufrir a los pilotos para mantener el rumbo firme; con esos baches que van cambiando en cada vuelta y obligan a una concentración y un esfuerzo físico que ninguna otra pista exige.

Allí, como si estuviera en su arenero particular, creció Jorge Prado y allí ha ganado este fin de semana por tercer año consecutivo.

Ya el sábado Jorge lo ganó todo.

Fue el más rápido en la pista en cada una de las sesiones, empezando por los libres, siguiendo por los cronometrados y terminando el día con un dominio incontestable en la manga clasificatoria.

El camino hacia la perfección estaba un poco más allanado con esa pole position que en motocross te permite elegir valla en la parrilla de salida y con los deberes hechos, Prado madrugó el domingo con el mejor crono en el warm up para que nadie tuviera dudas.

Así se presentó a la primera manga con la confianza y determinación de quien ha ganado todas las carreras que ha corrido en los últimos once meses. Jorge salió lanzado en la recta a una rueda y se plantó en la primera curva con varios metros de ventaja sobre el enfurecido pelotón, el decimoctavo holeshot del año anticipaba otra manga de dominio de principio a fin, con vueltas rápidas una detrás de otra y una ventaja que llegó a ser de casi medio minuto.

Detrás, muy atrás, estaban Thomas Kjer Olsen, sufriendo por mejorar su cuarta posición y dándose un monumental batacazo al caer fuera de la pista en un salto y la desgracia del danés, que no sumó ni un punto, no hizo más que redondear el éxito del Campeón del Mundo, que aumentó así su ventaja en el campeonato de una forma prácticamente inalcanzable.

La salsa en la manga la puso el belga Jago Geerts, que puso en pie a toda su afición con una épica remontada desde el último puesto, tras caer en la salida, hasta el segundo.

En la segunda manga todos esperaban el duelo Prado-Geerts, pero el español se encargó rápidamente de enfriar los ánimos de los belgas al marcar otro holeshot y repetir el guión de siempre, rodando cada vez más rápido y perdiéndose en el horizonte mientras sus rivales sufrían para mantenerse en pie.

Geerts no salió mal y muy pronto se situó segundo, pero la hipotética lucha con el campeón no tuvo lugar porque el crono de cada vuelta le hizo ver la cruda realidad y en  Lommel, en la arena, Prado es intocable, a pesar de irse al suelo en la última vuelta, pero aun así ganó a Watson (Geerts terminó rompiendo la moto) por más de 17 segundos.

En MXGP, como ya ocurriera en la República Checa, el francés Romain Febvre se decidió a plantar cara al líder del mundial, el esloveno Tim Gajser, y le arrebató la primera manga, mientras que en la segunda fue el británico Max Anstie el que venció, lo que permitió que Gajser, con dos segundos puestos, se llevara el triunfo en el gran premio y aumentara su ventaja en la general.

Tras esta prueba sólo quedan cuatro grandes premios, el próximo será el 18 de agosto en Imola, la pista italiana que el año pasado se llenó de banderas españolas y gallegas para la coronación de Jorge Prado en su primer título mundial de MX2 y que podría volverse a repetir éste, porque tras la carrera de Bélgica Prado cuenta con 124 puntos de ventaja sobre Olsen, así que si en Italia obtiene más de 26 puntos de ventaja podría cantar su segundo alirón.

Foto: Juan Pablo Acevedo