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Márquez da un paso de gigante hacia el título y Mir se corona campeón

El español Marc Márquez (Honda RC 213 V) dio un paso de gigante para coronarse campeón del mundo de MotoGP por cuarto vez tras vencer en el Gran Premio de Australia de MotoGP que se disputó en el circuito de Phillip Island, en donde Joan Mir (Honda) consiguió su objetivo de proclamarse matemáticamente campeón del mundo a dos grandes premios del final de la temporada

Márquez llegó a Phillip Island con una ventaja de 11 puntos y se marcha camino de Sepang (Malasia), con 33 puntos de diferencia respecto al italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP17), por lo que el español podría proclamarse matemáticamente campeón dentro de una semana.

            Y eso que la carrera de MotoGP fue de las más reñidas de los últimos tiempos, con hasta ocho pilotos en el grupo de cabeza, que tuvo cinco líderes en algún momento de la carrera además del propio Marc Márquez pues lideró el francés Johann Zarco (Yamaha YZR M 1), como también el español Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1), el australiano Jack Miller (Honda RC 213 V) y el italiano Valentino Rossi.

            Miller, que apenas llevaba 23 días desde que se fracturó la tibia cuando practicaba trial en Andorra fue el primer líder de la carrera y en esa posición aguantó algunas vueltas, hasta que se vio superado por Viñales y Rossi, pero también por Johann Zarco.

            En las primeras vueltas de carrera los adelantamientos resultaron una constante en la que ninguno quería ceder la posición, aunque inicialmente los dos pilotos de Suzuki, el italiano Andrea Iannone y el español Alex Rins, se mantuvieron expectantes para al final “meterse” también en la pelea el transalpino, que se quedó muy cerca de darle el primer podio a Suzuki, aunque al final fuese sexto.

            Después de constantes adelantamientos, a siete vueltas del final, en el vigésimo primer giro, Marc Márquez superó a todos sus rivales y abrió un pequeño hueco que sentenció la carrera mientras que Rossi, Viñales y Zarco entablaron su particular pelea por la segunda plaza que a la postre fue a manos del italiano, en tanto que Viñales superó “in extremis” al francés Zarco en la misma recta de meta.

            Alex Rins (Suzuki GSX RR) se tuvo que conformar en esta ocasión con la octava posición, justo por delante de Pol Espargaró (KTM RC 16) y con Dani Pedrosa (Honda RC 213 V) y Jorge Lorenzo (Ducati Desmosedici GP17) también en los puntos, decimotercero y decimoquinto, respectivamente.

            Fuera de los puntos estuvieron Tito Rabat (Honda RC 213 V), decimosexto y tras él Álvaro Bautista (Ducati Desmosedici GP16), Héctor Barberá (Ducati Desmosedici GP16) vigésimo y Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP), que fue líder de la primera jornada de entrenamientos, no pudo acabar la carrera al sufrir una caída cuando se encontraba con el grupo de cabeza.

El portugués Miguel Oliveira le dio la primera victoria en la categoría intermedia a KTM y, de paso, él también consiguió la suya, pues hasta el momento no había conseguido ningún triunfo pero sí cinco podios durante la primera temporada con el fabricante austríaco.

Oliveira dominó la prueba e Moto2 desde el mismo momento que se apagó el semáforo rojo y hasta que vio la bandera de cuadros, mientras quien había sido el más rápido de entrenamientos, el italiano Mattia Pasini (Kalex), no hizo una buena salida y tras ser octavo en el primer giro llegó a colocarse sexto, pero el quinto clasificado, el alemán Marcel Schrotter (Suter) se cayó delante de él en la segunda curva y al no poder evitarlo ambos quedaron fuera de carrera.

Al frente de la misma Miguel Oliveira tiró muy fuerte y sólo le aguantaron el ritmo inicialmente su propio compañero de equipo, el surafricano Brad Binder, y el líder del mundial, el italiano Franco Morbidelli (Kalex), que por ese orden atravesaron la línea de meta, aunque se vieron beneficiados de la caída del japonés Takaaki Nakagami (Kalex), en la penúltima vuelta, después de que les hubiese alcanzado y superado a ambos.

            El primer español de la categoría fue Xavier Vierge (Mistral 610), muy crecido tras su podio de Japón, pues fue segundo en Motegi, acabó quinto, justo por delante de Alex Márquez (Kalex), que cometió un pequeño error al principio de la carrera que le obligó a remontar durante el resto de la competición.

El español Joan Mir (Honda) consiguió proclamarse matemáticamente campeón del mundo en Australia y lo hizo de la mejor manera posible, con la victoria en el gran premio, su noveno triunfo de la temporada.

Mir ganó en un gran premio que tuvo que ser acortado al comenzar a llover intensamente en la decimosexta de las 23 vueltas a que estaba programada la carrera, lo que validó por reglamento la última vuelta completa de todos los pilotos, y esa la había liderado el español por delante de su compañero de equipo, el belga Livio Loi (Honda) y el también español Jorge Martín (Honda).

Desde los primeros instantes de la competición se vio en cabeza de carrera a los protagonistas habituales de la categoría, con mención especial a dos de sus protagonistas, quienes a la sazón se jugaban el sr o no ser, el título mundial, Joan Mir y el italiano Romano Fenati (Honda), quien en Japón consiguió aplazar el “alirón” del español pero en Australia, aunque lo intentó, ya no pudo hacer nada.

Hubo una serie de líderes en la carrera, los españoles Juanfran Guevara (KTM), Jorge Martín, Marcos Ramírez (KTM) e incluso el argentino Gabriel Rodrigo (KTM), hasta que pasado el ecuador de la carrera Joan Mir asumió ese rol e intentó romper definitivamente el grupo para sentenciar con autoridad la carrera.

Aunque el primer objetivo no lo cumplió, la lluvia vino a echarle una mano para convertirse en el cuadragésimo séptimo título del motociclismo español y el decimonoveno piloto en esa relación de campeones.